Fundación Bangassou - Orfanato

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Orfanato

Orfanato

 

      Terminado gracias a bienhechores de Córdoba, de Antequera y al Ayuntamiento de Antequera. Está dirigido por Aude donde, de momento, hay cuarenta niños internos; el orfanato por una parte se ocupa de alimentar y cuidar a estos huérfanos y al mismo tiempo está dando pequeños proyectos que puedan alimentar al orfanato mismo, por ejemplo el proyecto del huerto dentro del orfanato y el proyecto de todos los campos de cacahuetes. También ha llegado una laica francesa que se ocupa especialmente de estos huérfanos para enseñarles a teñir los tejidos, los tichor y las camisetas blancas ó de colores para teñirlas con un dibujo, poner un corazón ó poner una estrella ó simplemente chapurrear poniendo un poquito de tinte ó pintura de diferentes colores en unas camisetas para venderlas. En el orfanato no solo se atiende a estos huérfanos internos, sino que también se ayuda a otros niños (casi huérfanos según se detalla en el siguiente escrito) dando alimentación y enseñanza a estos niños; así como apoyo económico a las abuelas, que muertos de sida sus hijos, se quedan a cargo de los nietos.

      Carta de agradecimiento de Juan José Aguirre a todos los que colaboraron para sacar adelante este proyecto:

Queridos amigos, queridos hermanos y familiares, queridos compañeros de viaje, que habéis seguido mi vida desde la juventud, desde los tiempos del colegio, desde mi primer viaje a África, desde mis primeros pasos en este país de mis amores y tristezas, Centroáfrica increíble, Centroáfrica la bella, Centroáfrica rodeada por la guerras del Sudán y del Congo que generan multitud de refugiados, Centroáfrica la corrupta, Centroáfrica en donde el mañana será mejor que hoy… a todos y cada uno de vosotros un caluroso abrazo, a cada uno en particular aunque algunos tal vez no conozcan personalmente a Juan José Aguirre, el Obispo misionero de Córdoba.

Se que estáis reunidos en una discreta multitud por una causa que va mas allá de vuestras fronteras. Me he enterado cómo se ha organizado la comida de hoy, cómo la simpatía del proyecto de construcción de la casa de acogida de huérfanos en Bangassou os ha cautivado a todos, cómo se han movido los organizadores para sensibilizar el mayor número de personas. Gracias a todos en nombre de los pobres de la tierra, de los que no deciden nada en el concierto internacional, de los olvidados, de los hijos de nadie, dueños de nada en este continente que a veces parece el infierno, a veces el purgatorio de los indeseables…

En nombre de Dios vivo en esta tierra que combina selva virgen con amebas voraces, vida primitiva con violencia étnica, Iglesia viva con dolores de parto. Centroáfrica es un país muy pobre, (el séptimo del mundo por la cola) sin salida al mar, rodeado de guerras. Pensaréis que hay que ser audaz para vivir aquí, y tenéis razón. Mi diócesis, Bangassou, es grande como toda Andalucía, aunque poco poblada. Para llevar consuelo y alfabetización a mi gente tengo que recorrer 3000 Km de pistas sin asfaltar y 600 de río, en piragua. Si por una parte la Iglesia crece en número y los proyectos de animación rural, cooperativas y desarrollo tocan a un gran número de gente, los efectos de la miseria nos desbordan y nos ponen l a carne de gallina, entre ellos el Sida, que hace estragos en todo el país y nos vemos impotentes para ponerle un freno. Una consecuencia del Sida son los huérfanos, estos niños de rostro alucinado y ojos desorbitados que luchan cada día, más que para vivir, para sobrevivir. La ruleta de la fortuna les ha hecho nacer aquí y no en Suecia o en España. Y aquí la vida es dura como el acero y la miseria, la promiscuidad y la ignorancia toca una gran parte de la población.

Este problema del Sida está tomando un volumen impresionante .Cada día más, hay niños que, a la muerte de sus padres, se quedan solos. Normalmente la abuela se ocupa de los niños o la hermana más crecida. Pensad que en Centroáfrica la esperanza de vida es tan solo de 48 años. A menudo la abuela muere y los críos se quedan solos en la cabaña de paja y barro donde viven. Podrían ir a vivir con los tíos pero no alimentarlos. A veces la hermana mayor se "junta" con uno, pero éste no quiere tomar a su cargo los hermanitos de su amiga y ellos se quedan solos…

Ayer vino a verme una mujer con su bebé de 4 meses en los brazos. Se llamaba Veronique. Delgada como una cerilla, la boca llena de llagas blancas, las famosas "cándidas" características del Sida en fase terminal. El bebé estaba también muy delgado y la boca llagada. Venía con sus otros 4 hijos de 2-4-6 y 10 años.

"¿ Pero quién te dejó así, vida mía ¿ Si té estas pudriendo por momentos" No me respondió. Sólo me miraba con sus ojos grandes como platos.

Mirando el drama que se acerca cuando la madre falte, le pregunté por su marido, ya muerto, por alguno de la familia que pueda ocuparse de los niños, por el qué comen y cuantas veces a la semana… A 3 de los hijos les pagué ese mismo día la entrada del colegio de la misión con las ayudas recogidas este verano para los huérfanos en Córdoba….

Vista la situación, y aquí entráis vosotros como un vendaval, nos hemos decidido a hacer algo. La indiferencia nos hace cómplices. Con la ayuda de una mujer , llamada Aude, viuda con tres niños y otros 8 adoptados, junto con los miembros de la Asociación de huérfanos que preside, intenta seguir los huérfanos en situación más desesperada, va a buscarlos al mercado donde duermen de noche o bajo los soportales de los comercios y buscarles una familia cristiana que los acoja.

Siguen primero a los de 1ª categoría: huérfanos totales, padre y madre fallecidos, abandonados. La abuela está enferma o es muy mayor: Huérfanos minusválidos o disminuidos.

Luego están los de 2ª categoría: Huérfanos de padre o madre solamente, pero muy pobres. La madre se ocupa poco de ellos o es enferma, a veces en fase terminal como Verónica. O bien los tíos no los pueden alimentar o la hermana mayor es demasiado joven.

Finalmente los de 3 ª categoría: huérfanos que viven con el padre o la madre o alguno de la familia, están bien alimentados pero necesitan ayuda de tanto en tanto sobretodo al principio del año escolar.

Para ellos estamos empezando la construcción del centro de acogida de huérfanos de Bangassou. He mandado una foto con los planos. Tenemos el terreno (dos hectáreas) y el constructor. Ya hemos comprado las piedras, el cemento, los hierros para los pilares, la arena y la grava. Ya estamos con los cimientos. Hemos encontrado agua a 20 metros, en un pozo hecho a mano. Estamos terminando el caserón que servirá de lugar para fabricar el jabón y que ahora sirve para guardar los instrumentos de trabajo al final de la jornada… Otra vez gracias. Vuestra comida es muy importante para nosotros porque con ella nos alimentáis además de alimentaos . De ella saldrán los baños y las duchas, los talleres para la auto-promoción, el huerto, la casa de acogida para enfermos terminales que Aude quiere a toda costa tener junto al orfanato.

Proyectos de amor, proyectos que salvarán vidas, proyectos para la esperanza.

¡Un fuerte abrazo a todos desde Bangassou!

Mil gracias. 

 

Monseñor Juan José Aguirre.

Obispo de Bangassou (Centroáfrica) 






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